Las clases comenzaban y chicos nuevos entraban. arrg. Yo no quería pero de todas formas había que aguantarme a los profesores y sobre todo al de matemáticas que rabia deseaba con todas mis ganas escapar de este asqueroso manicomio de aprendizaje, no era chica prodigio en ninguna materia, eso si amaba dibujar, pero yo me expresaba tan libremente, es decir, no acataba ninguna regla en cuanto a las medidas o dibujos, lo cual me traía uno que otro problemilla con el profesor de artes y así era mi vida. Entre a el edificio A1 y me dirigí como siempre a la sala de información para recoger mi nuevo horario
- Buenos días Marta
- Molly, me llamo Molly señora Gradengoo
- Si, si lo que digas Marta... ¿grado?
- sexto grado de preparatoria
- bien, bien apellidos y nombres
- Molly Alexander Simmons- dije, siempre se olvidaba de mi nombre todos los años tenía un nombre diferente el año pasado me llamaba Mara
- listo, ve a la sala de impresión, ahí te entregaran tu horario, pues mi impresora esta descompuesta- ¡guau! que noticia tan importante, Gradengoo decía lo mismo desde cuarto grado de preparatoria
- bueno adiós señora Gradengoo
- Hasta luego Marta
- ¡Molly!
- Da igual, chiquilla no te veré más estas en sexto- ¡ya!, se acordaba de mi grado pero no de mi nombre
- Hasta luego, Graciela Gradengoo- me miro con los ojos como platos ¡pero que había dicho! Gradengoo nunca le había mencionado a nadie su nombre ni al director, peor aún ¿de dónde saque yo ese nombre?
- co-co-como suuu-pi-pis-te m-i n-ombre- tartamudeó- y-yo n-nunca le h-he dicho a nadie aquí mi n-nombre
- Lo siento- me disculpe y corrí por el pasillo, no sabía ni porque lo había hecho, pero solo creía que debía correr. Llegue a los minutos a la cafetería y me senté en la silla rememorando una sola vez en la cual ella había dicho su nombre pero... ¡NUNCA! nunca se lo había dicho a nadie, ¡a nadie!
- Hola Molly- decía Rossy- ¿cómo has...?- paro en seco la pregunta al ver la expresión de horror de mi cara- perdón pero... ¿se puede saber porque tienes esa cara? parece como si hubieses visto un fantasma
- Lo-lo-l-lo siento- logré articular por fin las palabras- es que me paso algo extraño
- ¡Hola chi...¿porqué Molly tiene esa cara?-pregunto Rene algo preocupado... pues siempre había estado enamorado de mi, a pesar de que yo le había dejado las cosas muy claras hace ya varios meses atrás- sigo esperando la respuesta Molly Alexander Simmons
- Es que... me paso algo muy raro pues... dije el nombre de la señora Gradengoo
- ¿cómo? ¿te lo sabías?- pregunto Rossy- ¿cuál es?
- se llama Graciela, pero ese no es el problema, aqui el problema es que yo no tenía ni idea de ese nombre ya sabes que nunca se lo ha dicho a nadie, me salio de la boca como por arte de magia, les juro que no lo sabía
- ¿sabes que eso es imposible Mol?- dijo Rene- tuviste que haberlo escuchado para poder decirlo
- ¡Nunca!, es más ella me pregunto que como lo sabía
- ¡Guau! que extraño Mol- expreso Rossy
- Hola chicos
- hola Any- dijimos todos pero muy bajo, tratábamos de encontrar explicación a lo que me había sucedido
- ¡hay pero que gastados están hoy es primer día lo se pero no para ponerse en plan de aburrimiento!
- Any no es momento para gastar bromas- la reprendió Rossy- a nuestra mejor amiga le ha pasado algo realmente raro y buscamos una salida a ese embrollo
- ¿Qué ha pasado Mol?-preguntó Any
- es que...
- ¡DIJO EL NOMBRE DE LA SEÑORA GRADENGOO Y NI SIQUIERA LO SABÍA!- gritó alarmado mi único y favorito amigo
- ¡Raro!- decía Any quien se sumía como todos en los pensamientos
RING! RING!, sonó la campana para entrar a clases puse mala cara no había logrado ir a la sala de impresión
- ¡oh no!, no logre traer mi horario
- no te preocupes Mol sabes que tu apellido y el mío son desde la A a la D y nos toca las mismas clases excepto las que escogemos de refuerzos, primera hora literatura creativa
- Me gusta bastante, bueno que esperamos
- Vale, adiós chicas nos vemos- decía Rene. Llegamos a la sala de literatura creativa y nos sentamos en el tercer puesto de la segunda fila
- Buenos días clase- decía la profesora
- Buenos días señorita Gilmore- expresabamos todos como siempre cada primer día
- Hoy es el primer día de clase por lo cual podrán hacer lo que se les plazca eso si discreción... pero antes Tyler Roys Weber y Mackenzie Alexander Simmons... deseo presentarles al chico nuevo es...- me perdí cuando vi entrar a ese chico de cabello rubio y ojos azules me asombre era realmente atractivo, mostró una bella sonrisa en su perfecto rostro y hablo:
- Bueno... ejem, mi nombre es James Luckwood, vivía en Londres pero mis padres me enviaron aquí por un tiempo para que visitara America y tengo diecisiete años, mostró de nuevo esa sonrisa suya que me parecía tan perfecta, es todo
- Bueno sientese con la señorita Mandy Whitlock
- Bien- se sentó con la pesada de Mandy, voltee una sola vez y me di cuenta como me miraba, como si fuera un descubrimiento importante, eso claro me hizo sonrojar y voltee, al rato él chico ese, el tal James se levanto y la profesora dijo:
- ¿A dónde cree que va jovencito Luckwood? todavía no ha sonado la campana
- A mi me parece que la campana ya va a sonar- rápidamente alzo su dedo indice y lanzo una titilante lucecita de color azul oscuro al reloj de la clase y sonó el timbre
- ¡¡Viste eso Rene!!
- No ¿qué cosa?
- eso que hizo con el dedo
- ¿estas bien?
- ¡¿Qué?!, por supuesto que estoy bien
- como digas, te espero o me voy a la cafetería
- Vete, necesito pensar
- Bien- al rato salí y me encontré a James contra una pared como si esperara a alguien lo mire y segui mi camino, él me cogió el brazo obligándome a parar
- Espera Molly
- ¡ suéltame ahora! espera... ¡¿qué?! ¿cómo supiste mi nombre?
- Eso es lo de menos, me viste ¿cierto?...
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