jueves, 16 de agosto de 2012

32vo Cap: Sueño 1.0

"Porque en el lugar más recóndito, siempre hay
una misión especial..."


Pov Molly

Me desperté en un bosque, poblado de seres que ni conocía. No había visto nunca un lugar así. Era algo...más que mágico. Me ericé completamente pensando en mi suerte. Pues, las únicas veces que tenía contacto con paisajes o lugares hermosos era cuando estaba con...James. Unas punzadas me taladraron el vientre. ¿No era suficiente? Había sufrido demasiado por él. Debería ser distinto, pero..nada cambiaba, le seguía amando, nuestro vínculo era más fuerte que nunca, ahora que, él era el padre de mi hijo. Suspiré y me levanté, las hojas cayeron al suelo rápidamente, como rocío que con lentitud, baja de hoja en hoja hasta plasmarse en el suelo. Suspiré nuevamente y comencé mi búsqueda, no entendía que era, pero sabía que debía encontrar algo. Troté un par de metros, mi estómago aun se encontraba en buen estado, un par de kilos parecía que había subido, pero no parecía un embarazo. Dum, dum, dum...a lo lejos, un tamborileo, una llamada un poco escalofriante, por lo cual decidí ir hacia el lado opuesto, temiendo que esos tambores fueran mi sentencia de muerte. Llevaba un vestido blanco, que no recordaba haberme puesto, pero que, en las circunstancias, todo era extraño y posiblemente muy nuevo. Caminé encerrándome entre los árboles que parecían formar una fortaleza de ramas, hojas y raíces, tan fuertes, como un muro indestructible. Cerraban tras de mí y se abrían adelante, como dándome un camino, el cual, no dudé en seguir. Otras raíces comenzaron a abrirse y me dieron paso a un lugar.

Era hermoso, aquel claro, era perfecto. Más aún de lo que cierto hombre me mostró alguna vez. Se respiraba una pureza, una paz, indescriptible. Tomé una flor, de color lapislázuli. Tan extraordinaria que su color me obligó a olerla, y su olor era encantador.
-Es ella-levanté la vista, frente a mí, dos pequeñas me miraban con ojos llenos de curiosidad y parecía amor. Me acerqué, la rubia con sus cabellos más dorados que nunca, sus ojos azules con un toque verdoso protegieron a la menor, que con más curiosidad que la de su hermanita, me miró. Su cabello era tan negro como la noche, era de una negrura que ahogaba mi propio ser, sus ojos verdes me examinaron, una sonrisa se dibujó en sus labios, me recordó a alguien...pero no supe a quien. Yo le sonreí, la otra mantenía alerta. Mirando cada movimiento que yo hacía, de manera sobreprotectora cuidaba a su hermana, no tenían más de cuatro años, pero eran hermosas. Me dolió el corazón por un momento y no supe la razón, la de cabello azabache alzó una mano y tocó la carita de su tensa hermana, asintiendo.-Es ella-repitió. La rubia entrecerró los ojos y asintió.
-Lo sé-le respondió. Pero su posición no cambió. ¿Quién se suponía que era yo?
-Entonces, déjame acercarme-no entendía como es que podían hablar tan claro, con sus vocecitas de campanillas.
-No, aun no.-la rubia me miró nuevamente-Molly-pronunció con astucia y clara decisión, no tenía palabras, parecía ahogada
-¿Cómo sabes mi nombre?-pregunté. Maravillada.
-Molly, ¿estás preparada para tu destino?
-¿Mi destino?-le pregunté.
La de cabello negro me miró decepcionada.
-¿Lo ves?-le dijo la rubia
-Sí, entiendo, aun no.
-¿Aun no qué?-pregunté.
-Lo lamento, Ari.-le dijo la rubia.
-No, lo entiendo Tri.
-¿Ari, Tri?-pregunté-¿Qué pasa? ¿De qué destino hablan? ¿Quiénes son? ¿Quién creen que soy?-formulé las preguntas con rapidez. Exasperada.
Se tomaron de las manos fuertemente y me dijeron
-Prepárate muy bien para tu destino Molly-inclinaron la cabeza como a modo de reverencia y pronunciaron nuevamente-tu destino.
-¿De qué destino hablan?-un fulgor las envolvió- ¡¿Qué destino?!-desaparecieron, ya no estaban ahí, solo estaba yo, los tambores se acercaron y escuché una voz de mi mente, sabía que era Tri.
Corre Molly, corre. 
Rápidamente comencé a correr. Dum, dum, dum, dum Los tambores se acercaban, comencé a correr más y más rápido, ¡dum!. ¡dum!, ¡dum!, ¡dum! Mi corazón latió al ritmo de los tambores.
¡Corre, se acerca el peligro, corre!-me decía Ari.
-¡Auxilio! ¡¿Qué hago?!-lloré mientras corría por mi vida-¡Ayuda!
Solo...corre-terminó Tri.

Me desperté sudando demasiado, mis ojos estaban llorosos, mi corazón latía sin parar. Respiré agitadamente, pero aliviada, todo había sido un sueño, últimamente esto me pasaba bastante.
-¿Molly?-llamó Linda a la puerta.
-Pasa-le dije.
-Hola...lamento haberte despertado.
-No, no pasa nada.
-Ok, como digas...debo contarte que...-me miró con los ojos como platos.
-¿Qué?- le pregunté
-Pero... Oh, dios. ¿Cómo es posible? si hace un par de días...
-¿De qué estás hablando Linda?
-¡De tu vientre!-me miré rápidamente. Oh, no. Mi estómago estaba suficientemente grande como para no poder pasar desapercibido.
-Ay, no. ¿Cómo haré ahora?-exclamé
-No tengo la menor idea, pero Molly, no debes mencionarle esto a nadie. ¿entiendes?
-¿Porqué no?-le pregunté
-Porque si alguien con réncor hacia ti, lo saben, irá corriendo a contarle al concejo de ángeles y al bázar de la magia.
-¿Con qué propósito?-pregunté
-Con el propósito de apoderase del reino o atiborrarse de dinero.
-Lo entiendo-me sentía asustada-Pero...Ni Ron, ni Vanessa saben que yo...
-¡Ni deben saber!-exlamó aterrorizada-Ron, es muy fácil de engañar, confiar en él, no es bueno en este preciso momento y en cuanto a Vanessa,,.ni una palabra de esto, por favor.
-¿Porqué? ¿Qué tiene Vanessa?
-Es extraña ahora, no sé porqué. Pero un presentimiento me dice que no debemos confíar en ella.
Toc, Toc.
-¿Molly?-preciso era Vanessa.
Linda hizo un movimiento con las manos indicándome que me metiera en la cama.
Vanessa abrió la puerta.
-Oh, Linda-se sroprendió de la presencia de Linda y no fue necesariamente agradable.
-Sí, soy yo. ¿Tienes algún problema de qué esté aquí?
Vanessa sonrió, y no era una sonrisa amistosa, era cínica, me estremecí.
-¿Dónde andabas?-la interrogó Linda.
-Por ahí...-le quitó importancia a lo que hacía.-Con cosas pendientes, como siempre.-atisbé en su mirada un deje de ironía. Como si aquel interrogatorio de mi amiga le pareciera chistoso de  modo alguno.
-¿Otra vez con cosas Vanessa?-Vanessa frunció los labios.
-Deja las interrogaciones Linda, no eres policía, además soy tu amiga ¿No?
-¿A qué viniste Vanessa?-le preguntó Linda ignorando el comentario de Vanessa.
Vanessa no dejaba de mirar mi habitación, como si buscase algo de mucha importancia.
-Yo? A visitar a mi querida mejor amiga, Molly
Me han dicho que estás muy enferma-me taladró con la mirada, con un aire de gusto.
Tragué saliva.
-Pues yo creo...-dijo Linda pero la interrumpí
-Vanessa ¿Qué buscas?-le pregunté
Se tensó por una milésima de segundo.
-¿Yo? Absolutamente nada, mi muy queridísima Molly.-me dedicó una sonrisa falsa.
-Ok, entonces...sino te importa, deseo quedarme a solas en mi cuarto-Linda me miró asintiendo.
-¿Me estás echando Mol?-gruñó entre sus palabras
-Tómalo como quieras, si has escuchado rumores, deberás saber bien que necesito descansar, debo mejorar pronto.
-Pronto-repitió con ironía Vanessa.
-Sí-la miré con decisión-muy pronto.
Retorció un mechón de su cabello y alzó una ceja sonríendo
-Como digas, princesa mía-hizo una leve reverencia y al volverse azotó su cabello contra su hombró y se volvió hacia la puerta con gracilidad fíngida. Y antes de salir dijo:
-Después de ti Linda Fray Jonsson-agregó cada palabra con hostilidad y Linda me dio un beso en la mejilla y me dijo:
-Cuídate mucho, amiga. Y recuerda lo que te dije, no confíes en nadie.-asentí y ella salió antes de Vanessa. Esta última me echó una mirada y sonríendo dijo
-Dulces sueños princesa.
Me estremecí y me tapé con las sábanas de pronto, sentíque estaba muy indefensa, el sueño y todo lo que había pasado, me quería hacer regresar a casa, nunca haberme enterado de que era adoptada, no haberme enamorado de James...lo único que me mantenía bien, era saber que mi hijo me apoyaba. Sollocé bajo las sábanas, preguntándome cuanto más debía esperar.
Un sirviente entró a mi habitación, me sequé las lágrimas rápidamente y me tapé muy bien el cuerpo.
-Buenos días...princesa...-me miró a los ojos, era muy lindo, que decía yo. esoeré-soy Henry su nuevo consejero personal-me quedé mirándole un largo rato, él me sonrió y yo a él, algo en él me hacía confiar, no sé que era, pero sabía que podía confiar en él...
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Holaaaaaa!! Uff un mess D: pero aquí toyyyy :D ><' con un capítulo corto, y un poco aburrido? Pero importante, demasiado...pues, niñas espero lo lean y comenten y quiero agradecer a LauraLIveLife, mi amigazaaaa bloggeritaaaaa Me dio premios, lamentablemente estoy publicando desde un IPad, y no tengo los premiéis tos aquí pero en la próxima entrada lo agradeceré como es ! Un beso nenas, las kilo mudo x3 chauuu comenten comenten comenten comenten comenten. Y COMENTEN!!! :D 

1 comentario:

Mariana dijo...

Hooooooooooooooola linda!
Pero por dios! Que sueño tan vívido, me dio miedo! A qué destino se refieren?
Yo quiero que vuelva James y cuide a su bebé :(
Y para nada! No puede confiar en Vanessa! No, no, no!
Bueno linda, ando sin tiempo así que ya me voy!
Un beso!